Una de las cosas que más echo de menos desde que vivo en Bissau son las cenas con mis amigas. Nuestras reuniones periódicas sólo para chicas, al más puro estilo Sexo en Nueva York, son divertidísimas. No se trata de una simple cena donde ponerse al día y cotillear sin censura. Nuestras quedadas (así las llamamos) son una auténtica terapia de grupo.
Hasta que no llegamos todas sólo se habla de temas menores: ¿como estás? bien, ¿y tu?. ¿El trabajo? bien ¿y los niños? fenomenal, muy mayores y muy monos y bla, bla, bla... Así, con unas cervecitas, se va haciendo boca hasta que llega la última y después de los saludos de rigor empieza de verdad la terapia.
Las cuestiones tratadas varían de una cena a otra aunque suele predominar el tema de los hombres. Por muy grave que sea el asunto, siempre se trata con ciertos toques de humor. Antes incluso de pedir ya estamos metidas en harina. El camarero viene tres o cuatro veces a tomar nota pero nosotras a lo nuestro...La comida es lo de menos. Lo importante es no perderse detalle de la conversación. ¡Cualquiera se levanta al baño!
Ayer, aprovechando que ando por Madrid, celebramos una de nuestras quedadas. Como siempre, lo pasamos de maravilla. Luego, despedida larga en la puerta con besos y abrazos y la firme promesa de volvernos a ver pronto.
BMB
Belencilla, Belencilla,... no seas mala.
ResponderEliminarBelennnnnnnn!!!!!!, soy chencha, es que esto no lo entiendo bien, lo de hacerme una cuenta google, o aim o lo que sea!!!! porfa vamos a quedar!!!!!!!
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