Con el pisto pasa como con el chorizo: el mejor es el del pueblo de cada uno. Por eso, recetas de pisto hay muchas. Casi tantas como pueblos y aunque en algunos, lo llaman de otra manera (tumbet los mallorquines, samfaina los catalanes, piperrada los vascos o fritada en muchas otras regiones) sigue siendo pisto. Recuerdo que hace tiempo fuí con una amiga a cenar ratatouille a casa de unos franceses. Cuando llegamos y sirvieron la cena, mi amiga dijo: pero que ratatouille ni ratatouille, ¡esto es pisto manchego!
Porque el pisto no es más que verdura frita. ¿Y qué verdura?. Pues partiendo de una base de tomate y pimiento, la que haya a nuestro alcance: cebolla, calabacín, calabaza, berengena, puerros....todo ello frito a fuego lento y en el orden adecuado se convierte en un estupendo pisto. Luego, no hay más que freir unos huevos y unas patatas y a mojar pan hasta reventar....si ya lo dicen en mi pueblo: ¡estás más buena que una mojá de pisto!
La historia del pisto no está clara. Unos dicen que es un plato campesino de origen humilde. Otros, que es la evolución de un plato a base de berengena frita, de origen árabe (de ahí que en algunos sitios lo llamen alboronía). El caso es que el pisto es un plato tradicional muy importante en la historia de la cocina española. Quizás de ahí viene la expresión "fulanito se va dando pisto" cuando alguien se las va dando de importante.
La historia del pisto no está clara. Unos dicen que es un plato campesino de origen humilde. Otros, que es la evolución de un plato a base de berengena frita, de origen árabe (de ahí que en algunos sitios lo llamen alboronía). El caso es que el pisto es un plato tradicional muy importante en la historia de la cocina española. Quizás de ahí viene la expresión "fulanito se va dando pisto" cuando alguien se las va dando de importante.
Esta receta de pisto es una de tantas. No sé donde lo aprendí ni de quien, pero lo hago así desde siempre y así se lo he enseñado a Itler que ya lo borda.
- 1 Kg de tomates maduros.
- 1 Cebolla grande.
- 2 Pimientos verdes grandes.
- 1 Calabacín grande.
- 1 Berengena también grande.
- Aceite de oliva virgen (huelga decir que en platos como éste la calidad del aceite es determinante).
Itler con los ingredientes del pisto. |
PREPARACIÓN
- Pelar y cortar las verduras: la cebolla y el pimiento en trocitos pequeños. El calabacín (dejarle algo de piel) y la berengena (con piel) en cuadraditos. El tomate habrá que escaldarlo primero para quitarle la piel. Luego, lo cortamos también a cuadraditos.
- En una sartén hacer un sofrito con la cebolla y el pimiento. Cuando la cebolla empiece a estar transparente, añadir la berengena y por último el calabacín ya que es lo que más rápido se hace.
- En otra sarten, freir el tomate en aceite de oliva a fuego lento hasta que reduzca. Añadir sal y una cucharadita de azucar para que no pique.
- Cuando tengamos todo frito, lo juntamos en una sola sartén y lo freímos unos 10 minutos más a fuego muy lento.
- Servir con huevos y patatas fritas (también a cuadraditos).
- Acompañar con vino tinto y un buen pan con mucha miga.
Sugiero otras dos formas de servir el pisto si tenemos invitados:
- Sobre pan tostado en plan canapé para el aperitivo.
- Como segundo: poner en un plato una cama de pisto y encima un pescado (corvina, merluza o rape) a la plancha o rebozado y de guarnición unas patatas panadera. Por encima, perejil picadito para adornar.
Para terminar, no puedo dejar de mencionar el pisto de mi madre: sólo tomate y pimientillos de Socuéllamos (la versión manchega de los pimientos de Padrón). Lo pone con tortilla de patata. Está de muerte.
BMB
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