Dice Seco, el vigilante, que Camarón trabaja para West África. Cada hora, Seco hace su ronda. Al terminar, se acerca a la puerta de la cocina y me informa al punto de las novedades o de la ausencia de novedades. Camarón, nuestro perro, hace la ronda con él. Juntos, Seco y Camarón comprueban el interruptor de la luz del Campo Sueco, revisan los niveles de agua y aceite del generador, contabilizan el stock de combustible, verifican el funcionamiento de la bomba de presión y el nivel del depósito de agua e inspeccionan el estado de los neumáticos del coche.
Mientras, Candela, la madre de Camarón, más vieja y más sabia, se queda dormitando al sol. Y cuando Seco y Camarón se van a hacer la ronda los observa irse, y amodorrada, sigue a lo suyo.
Seco desempeña su tarea serio, sabedor de su responsabilidad. Camarón lo acompaña divertido y en cada parada se sienta y lo observa muy atento ladeando la cabeza. A veces Camarón lleva la pelota en la boca para ver si con suerte Seco hace un alto en el camino y le hace un par de lanzamientos. Lo cual, para regocijo de Camarón, suele acontecer con frecuencia.
Camarón y Seco trabajan en equipo. Así, cuando se acerca alguien a la puerta de la casa y Seco anda algo despistado o dormido, Camarón lo despierta y lo avisa con sus ladridos.
Y tal es la compenetración de ambos que cuando Seco acaba la ronda y vuelve a su silla de plástico a echar una cabezadita, Camarón se echa a dormir a su lado, alerta, a la espera de la próxima ronda.
BMB
Simpático reportaje; aunque me pregunto si Camarón estará en nómina o trabaja "en negro"...
ResponderEliminarSaludos desde Sevilla.