Harina, levadura, leche, huevos, azúcar, mantequilla, ron, ralladura de naranja y agua de azahar...parece fácil pero tiene su miga. El roscón de reyes es mi gran fracaso en la cocina. Desde aquel que hice incomible y duro como una piedra hace años, y que seguro mi familia aun no ha olvidado, cada año por estas fechas lo vuelvo a intentar y nada. Dicen que en la cocina no hay tiempo perdido... pero yo, me rindo...
Una dulce tradición con muchos años de historia. Lo tomaban los romanos para celebrar las fiestas dedicadas a Saturno. Ya entonces se escondía un haba seca en su interior y el afortunado al que te tocaba era nombrado rey de reyes.
El clásico no lleva ningún relleno aunque ahora se preparan variedades con trufa, nata o cabello de ángel. Además del haba, el roscón lleva dentro una figurilla. El que la recibe es coronado rey y al que le cae el haba, le toca pagar el roscón.
En la gastronomía lusa es conocido como Bolo Rei y aunque la receta no es la misma, la tradición si. Estos días se puede encontrar en Bissau Bolo Rei en algunos comercios del centro, con certeza recién llegado en barco desde Portugal.
Quizás mañana al despertar encontremos un roscón y un tazón de chocolate para desayunar... es la magia de los reyes magos...
BMB