Julio de 2012. Sentada en el salón sobre una de las cajas de la mudanza recuerdo la primera noche que dormimos en esta casa. Tras varios meses de albañiles y disgustos, por fin teníamos luz y agua.
Como aquella noche, llueve a mares. Sentados, como hoy, en las cajas de la mudanza, aquel bocadillo de mejillones nos supo a gloria.
Desde entonces ha llovido mucho, nunca mejor dicho! Estos tres años en Guinea Bissau han sido, por decirlo suavemente, intensos.
Dicen muchos que "África engancha". A mí, no. Aunque sí puedo decir que los últimos tres años no los olvidaré nunca.
La próxima semana tomaremos el avión de la TAP por última vez. Y después de unos días en España volaremos al que será nuestro destino los próximos cuatro años. Una ciudad peligrosa que me obliga a cerrar este blog.
Los que han sido mis lectores pronto tendrán noticias mías desde el otro lado del Atlántico.
Hasta pronto,
BMB