Mi Mac ha muerto en Venecia. Estoy hundida. Un mazazo. Yo, que siempre despotricaba de las ratas de ordenador y resulta que...estoy enganchada a internet. Escribo este post desde un ordenador prestado (maravillas de la informática) ya que acabo de dejar el mío en el servicio técnico.
Para más inri, las vacaciones han pasado muy rápido y mañana volvemos a Bissau.
¡ Porca miseria !
Dada la dramática situación, seré breve. Resumo en cuatro líneas los últimos días de vacaciones.
No se puede estar sin conocer Italia. El que no la conozca, que se vaya montando un viajecito sin más dilación.
Italia es arte, pasta y vino. Aunque no la única, una de mis principales motivaciones a la hora de viajar es la gastronomía y en Italia se han cumplido todas mis expectativas. He probado la pasta de todas las formas posibles. Aunque la elección es difícil, me quedo con los penne arrabiata. ¡ Como me gusta la pasta picante con un buen tinto !
Venecia es única, Florencia es encantadora, pero yo, me quedo con Roma.
Tras un par de días en Sevilla a régimen estricto de jamón y manzanilla, hemos llegado esta tarde a Madrid para recoger a mi madre que se viene con nosotros a Bissau.
Me encanta Madrid. Se podría decir que soy madrileña ya que he vivido en Madrid 20 años, más que en ningún otro sitio. Me gusta entrar a Madrid por el Paseo de la Castellana. Me gustar pasear por sus calles y volver a pasar frío. Me gusta comprar libros en Madrid y como tiran la cerveza. Me gusta hacer cola para entrar al cine y que se me empañen las gafas al entrar en un bar lleno hasta los topes. Me gusta volver a ver a mis amigos de Madrid. Me gusta que Madrid no tenga playa. Me gusta hasta la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Dentro de algunos años, no sé cuantos, volveremos a Madrid. Menos mal que mientras tanto Madrid seguirá aquí, esperándome.
BMB
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