miércoles, 30 de noviembre de 2011

Camarón trabaja para West África

Dice Seco, el vigilante, que Camarón trabaja para West África. Cada hora, Seco hace su ronda. Al terminar, se acerca a la puerta de la cocina y me informa al punto de las novedades o de la ausencia de novedades. Camarón, nuestro perro, hace la ronda con él. Juntos, Seco y Camarón comprueban el interruptor de la luz del Campo Sueco, revisan los niveles de agua y aceite del generador, contabilizan el stock de combustible, verifican el funcionamiento de la bomba de presión y el nivel del depósito de agua e inspeccionan el estado de los neumáticos del coche.
Mientras, Candela, la madre de Camarón, más vieja y más sabia, se queda dormitando al sol.  Y cuando Seco y Camarón se van a hacer la ronda los observa irse, y amodorrada, sigue a lo suyo.
Seco desempeña su tarea serio, sabedor de su responsabilidad. Camarón lo acompaña divertido y en cada parada se sienta y lo observa muy atento ladeando la cabeza. A veces Camarón lleva la pelota en la boca para ver si con suerte Seco hace un alto en el camino y le hace un par de lanzamientos. Lo cual, para regocijo de Camarón, suele acontecer con frecuencia.
Camarón y Seco trabajan en equipo. Así, cuando se acerca alguien a la puerta de la casa y Seco anda algo despistado o dormido, Camarón lo despierta y lo avisa con sus ladridos.
Y tal es la compenetración de ambos que cuando Seco acaba la ronda y vuelve a su silla de plástico a echar una cabezadita, Camarón se echa a dormir a su lado, alerta, a la espera de la próxima ronda.

BMB

domingo, 27 de noviembre de 2011

La visita de Inés y Nacho

"Iremos a visitaros allí donde estéis destinados", nos prometían Inés y Nacho una fría noche de invierno madrileña. Tres años después, cumplen su promesa. Dejan a sus tres niños a buen recaudo con los abuelos y se vienen a vernos a Guinea Bissau.


Playa de Cap Skirring. Senegal.

A pocas horas de aterrizar en Bissau, y  casi sin dejarles descansar, salimos para Senegal. En el camino, Inés y Nacho llevan los ojos  como platos. Es su primer contacto con el país.
En Cap Skirring, por fin un poco de descanso:  largos paseos por la playa, relajantes baños en el Atlántico, gin tonics y agradable conversación en la terraza del hotel.






Primeras compras: cestos de mimbre en el pueblo de Cap Skirring. No serán las últimas...













Domingo por la tarde: vuelta a Bissau. Parada en el puente para ver la espectacular puesta de sol sobre el río Mansoa.












Visita al telar de Guinhamel. Jóvenes guineanos fabrican "panos de pente" de forma artesanal. El dueño nos enseña las instalaciones: un pequeño museo donde se muestran telares, paños y fotos de las tabankas, seis cuartos con baño completo, el comedor y la piscina conforman el complejo "Artissal". 









En casa, cocinamos uno de los platos tradicionales del país: "frango cafriela". De aperitivo el omnipresente cajú, que preparamos en el horno con mantequilla y sal.
La libretita de Inés está que echa humo...







Visita al Centro artístico juvenil. Salimos cargados nada menos que con cinco belenes !!!!
Son pequeños y originales nacimientos tallados en madera. La virgen, San José y el niño se refugian bajo una tabanka tradicional.







En el patio trasero, los jóvenes tallan las figuras en troncos de "Pau sangue". Nos encanta este sitio.












Excursión a Saltinho. El río baja hasta los topes de agua. Precioso. Sólo se escucha el ruido del agua y las risas de un grupo de niños que se bañan desnudos. En cuanto nos ven, corren a saludarnos. Quieren una foto.


Almuerzo en el hotel de cazadores. Rui nos tiene preparado un cabrito cafriela, algo duro pero rico. Para acompañar, arroz y "batata dolce" frita.






Más compras en los puestos de artesanía de Santa Lucía: máscaras y cuencos de madera, bolsos de serpiente, llaveros de cuero....







Por la noche, cena en "Adega de Loureiro" a la luz de las velas. Literalmente. Durante la cena el restaurante sufre varios cortes de luz. No hay luz "del estado" como la llaman los guineanos y el generador no funciona... afortunadamente Nacho ha venido con una de esas linternas que se colocan en la cabeza. Nos reímos, pero al final, terminamos cenando con la linterna en la cabeza...


Visita con la ONG AIDA al Hospital Simao Mendes: salimos callados, con el corazón encogido y la cabeza llena de preguntas. Inés no puede ni anotar en su libreta...










Viernes: salida hacía las islas en avioneta.









Las vistas desde el aire sobre el archipiélago de las Bijagós son espectaculares.



Tarde de pesca: Nacho atrapa una preciosa bica rosada. ¿Destreza y habilidad o suerte del principiante...? Por la noche, damos buena cuenta de ella.

Excursión a la isla de Orango. Mas bica para almorzar: estupendo carpaccio de bica y bica al horno con patatas. Deliciosa.


Vamos en barco hacia la laguna. Imposible ver los hipopótamos. ¿Los ha visto alguien...?. Aun así merece la pena. El paseo por la laguna es espectacular. Pelícanos, garzas y flamencos chapotean ajenos a nuestra presencia.


Viaje al corazón de las tinieblas: en silencio remontamos el río hacia el interior de la isla.


Ya en Rubane, Saná, uno de los empleados del hotel, nos lleva a visitar su tabanka en el interior de la isla. Nos explica como su familia cultiva el arroz de forma tradicional. En una de las casas una mujer nos muestra orgullosa su bebé recién nacido. 




Domingo. Fin de viaje: aterrizamos en Bissau con Nacho de copiloto.

Han sido diez intensos y divertidos días. Nacho, con sus miles de preguntas e Inés con su minúscula libreta donde todo lo apunta, han sido testigos de primera mano de como es nuestra vida aquí: agitados días de calor sofocante, tranquilas y oscuras noches de música, lectura y cine, frecuentes cortes de luz y agua, calles infames, invasiones de hormigas... afortunadamente tenemos a Malán, que nos asegura saber mucho de hormigas...
Guinea Bissau. Un lugar dificil para vivir pero un excelente destino de vacaciones para cualquier persona curiosa y ávida de conocer cosas nuevas, como son Inés y Nacho.

Despedida. Una pregunta queda en el aire: ¿cual será el próximo destino? ¿donde vendrán Inés y Nacho a vernos la próxima vez?.


BMB






viernes, 11 de noviembre de 2011

Últimas lluvias en Bissau




Jardín de nuestra casa en Bissau

Ya de vuelta de las vacaciones, abrimos la casa y la preparamos para la estación seca: montamos los muebles del porche, desempolvamos las fundas de las almohadas, colgamos la hamaca, encalamos los muros, cortamos el cesped, podamos los ficus y las buganvillas, limpiamos los faroles, fregamos las ventanas... Este ir y venir de Malán y Pauleta con cepillos y cubos de agua me recuerda la primavera en el patio de mi abuela, cuando después de las heladas del invierno manchego, se preparaba la casa para el verano.
Según los guineanos, este año ha llovido poco. Mucho menos que otros años. A pesar de todo el jardín está precioso, exhuberante, a reventar de flores. 
Me dice Pauleta que no guarde los paraguas, que aun tiene que llover un día más. Falta la última lluvia de la temporada, la lluvia fina, me dice,  que lava las cruces de los difuntos en el cementerio la primera semana de noviembre por la fiesta de todos los santos.

Han sido nuestras últimas lluvias en Bissau. El año que viene, ya no estaremos.

BMB