domingo, 31 de octubre de 2010

Paseo por Italia III: De Roma a Florencia

Con algunos post de retraso en la serie de mi Paseo por Italia voy a resumir en un solo post las tres últimas jornadas. Me había propuesto escribir todos los días pero me ha sido imposible. Pereza aparte, la culpa la tiene el problema de la conexión a Internet en los hoteles. Aunque parezca increíble, conectarse a internet en la habitación en un buen hotel en Europa aun se considera un lujo y hay que contratarlo y pagarlo aparte y no siempre es fácil. Es la única pega que le pongo al hotel Savoy. Moderno, céntrico, estupendamente ubicado en la Piazza de la República. Ideal para sumergirse dos o tres días en los encantos de Florencia. Habitaciones muy cómodas, un muy buen restaurante con terraza, L´Incontro, por si da pereza salir, y un trato cálido y exquisito.

El último día en Roma lo dedicamos a visitar el Vaticano. La plaza de San Pedro es grandiosa y solemne y la basílica bellísima. Aunque harían falta varios días para ver todo el conjunto ya que las colas para los museos del vaticano son interminables.

Piazza de San Pietro.Vaticano

Por la tarde fuimos de compras por Vía del Corso, la calle más comercial de Roma, y compramos, como no, corbatas de seda y algún que otro capricho.
Y así acaba mi fugaz visita a Roma. Ahora tengo la sensación de que la conozco aun menos y de que debo volver con más tiempo cuanto antes.

El viernes al mediodía llegamos a Florencia en tren. En el breve recorrido en taxi de la estación al hotel me hice ya una idea del tipo de ciudad que es Florencia: preciosa, llena de obras de arte, manejable, de un tamaño justo para recorrerla a pie, con miles de tiendecitas, trattorias y rincones con encanto. En cierto modo me recuerda a Sevilla. Es ese tipo de ciudad que no decepciona a nadie. Hacía un día estupendo y dimos un primer paseo de reconocimiento. No recuerdo que nada me haya impresionado tanto como la cúpula de Brunelleschi del Duomo. 

Cúpula de Brunelleschi. Duomo. Firenze.

Luego pudimos ver el atardecer desde el Ponte Vecchio, el puente más antiguo de Florencia. Varias veces reconstruido  sobre el río Arno en su parte más estrecha. Su curiosa silueta se debe a las tiendas que lo bordean de orfebres de origen judío  que exponen desde hace siglos sus piezas preciosas.

Ponte Vecchio. Firenze
Por la noche nos preparamos para disfrutar de la gastronomía florentina. A base de ingredientes sencillos, la cocina toscana se compone de platos poco elaborados presentados espléndidamente, siendo ingredientes fundamentales las hortalizas y las hierbas aromáticas. Los florentinos aman la carne, en particular la de buey, y la pasta no es un plato esencial en su cocina.

Hablando de la cocina florentina no podemos olvidar a Caterina de los Medici, casada con el Duque de Orleáns, segundo hijo del rey de Francia. Gran embajadora de la cocina toscana en Francia. La buena mesa ayudo a Caterina a soportar las infidelidades de su marido. En una ocasión,  en su treinta cumpleaños casi se muere por una indigestión de cibrèo. El cibrèo es un guiso florentino de menudillos de pollo y da nombre al restaurante del famoso chef Fabio Picchi. El restaurante se abrió hace 26 años y es conocido por revigorizar la cocina toscana. Picchi además es un gran entusiasta del teatro y ha cumplido su sueño de unir el teatro a la cocina con la creación del Teatro del Sale dalla Cibrèo Citta.


El restaurante tiene mucho encanto. El protagonista es el vino. No hay carta y el camarero viene silla en mano, se sienta a tu lado y te explica los platos que ese día ha preparado el chef. Me gustó mucho el toque picante que tenían casi todos los platos. Aunque todo estaba delicioso lo mejor fue sin duda el vino. Aconsejados por el sumiller, pedimos un Chianti,  Bruno di Rocca 2000, que apuramos hasta el final casi sin darnos cuenta.

Restaurante Cibrèo. Firenze


En la Toscana se producen algunos de los mejores tintos del mundo. La joya de la corona es el Chianti clásico aunque no es el único. El Brunillo di Montalcino, Nobile di Montepulciano y Morellino di Scansaro son algunos de los más apreciados.

Hoy hemos visitado la Galería de los Uffici, uno de los museos más antiguos de Europa. Artistas como Leonardo da Vinci o Miguel Ángel se reunían allí “por belleza, por estudio y por placer” según cuenta Giorgio Vasari, arquitecto de los Uffici.
En el museo hay obras tan importantes como El nacimiento de Venus o la Primavera de Botticelli, La Anunciación o La Adoración de los Magos de Leonardo Da Vinci  aunque yo me quedo con la Venus de Urbino de Tiziano.

A la salida, como era tarde, hemos decidido comer al lado del museo en una ostería junto a la Plaza de la Signiora. Es uno de esos locales que tienen expuestos en el escaparate algunos productos como salami, prosciutto o queso. Estaba muy animado, lleno de jóvenes italianos sentados en pequeñas mesas muy juntas, como pasa en casi todos los restaurantes aquí . De antipasti hemos tomado unos crostini extraordinarios. Luego, spaghetti al aroma de trufa negra deliciosos y de postre pastel de manzana. Un establecimiento sencillo con una comida estupenda y a un precio asequible. Muy recomendable.

Osteria Buongustai. Firenze.

Por la noche salimos a cenar un poco a la aventura. Caminando, entramos en un local que desde fuera parecía una más de las miles de trattorias-pizzerías que hay por toda Florencia. Una vez dentro, pudimos ver que era un tanto peculiar. Uno de esos sitios donde lo mismo te sirven un café para desayunar, el almuerzo, un guisqui a media tarde o la cena. La decoración era indefinida, ni típica italiana, ni moderna, ni clásica. Había un horno de leña y de fondo sonaba Frank Sinatra. Estaba lleno de parejas de italianos emperifollados, que viven en el extraradio de Florencia y vienen al centro los sábados. Como era tarde y teníamos hambre decidimos quedarnos . Al final, la cena fue extraordinaria. El steak fiorentina de Pablo en su punto y delicioso y mi calzone de ricota y salami riquísimo. 

Luego, decidimos ir a un club de jazz que habíamos leído en una de esas revistas del tipo "lo que no te puedes perder en Florencia". El Jazz Club. Por fuera, uno de esos garitos con puerta cerrada con timbre y mirilla que no invitaba mucho a pasar. Aprovechando que entraba una chica nos metimos detrás de ella. Había un concierto de un grupito de jazz-funky muy animado. The Italian Funky Sound. Nos pedimos unas copas y disfrutamos del concierto como dos florentinos más.


BMB













jueves, 28 de octubre de 2010

Paseo por Italia II: Giornata romana

Roma tiene una cantidad ingente de patrimonio pero está tan integrado en la ciudad que vas paseando y casi en cada esquina, en cada rincón, te topas sin darte cuenta con una iglesia, una fuente o una placita maravillosa.
Ayer fuimos a ver el Coliseo pero sólo lo vimos desde fuera porque había muchísima gente haciendo cola. No había visto tanta gente esperando así desde que visité el Louvre.


Comimos en la trattoría La Campana cerca de la Piazza Navona. Las trattorías son pequeños restaurantes de comida casera italiana. Repetí ravioli, esta vez "burro e salvia". De postre me tomé un tiramisú que estaba para morirse allí mismo.
Por la noche, salimos con una amiga española que vive aquí y su marido italiano. Nos llevaron a una pizzería en el Trastevere. Me encantó la pizza con la mozzarela di bufala cruda por encima. Después fuimos a una heladería y acabamos el día como muchos romanos cuando salen de noche: tomando un gelato.

martes, 26 de octubre de 2010

Paseo por Italia: Llegada a Roma

Hoy he comenzado mi viaje por Italia y aunque estoy muerta de cansancio no quiero meterme en la cama sin escribir mis primeras impresiones sobre la que sin duda se convertirá en una de mis ciudades favoritas.

Mi agotamiento se debe al madrugón de esta mañana para coger el avión de Vueling en el aeropuerto de Sevilla. Tengo que decir que a pesar de la hora del avión y de la presencia de un grupo de adolescentes italianos un tanto escandalosos, el vuelo "low cost" ha ido perfecto y antes de las 11:00 h estábamos en Fiumicino.


Fontana di Trevi. Roma.

Después de dejar las maletas en el hotel, excelentemente ubicado en Via Veneto, y de unos estupendos ravioli con ricota, hemos tenido una primera toma de contacto con la ciudad dando un paseo hasta la  Fontana di Trevi. 

Cerca de allí, bajando por la Scalinata Trinità dei Monti, hemos llegado a la Piazza di Spagna. Justo al lado, se encuentra el Palazzo di Spagna o Palazzo Monaldeschi, que alberga la Embajada de España ante la Santa Sede desde 1647. Esta embajada, creada por Fernando el Católico en 1480, es la misión diplomática permanente más antigua del mundo. 


Embajada de España ante la Santa Sede. Roma.

Luego, pizza prosciutto y a descansar que mañana hay mucho que ver...y que comer...




BMB













jueves, 21 de octubre de 2010

En tránsito I: Bissau-Lisboa-Sevilla

Desde hoy, me ausento tres semanas de Guinea Bissau para darme un paseo por Europa desde donde seguiré escribiendo mis experiencias. Salir de Bissau, como todo aquí, no es fácil. Hay un  único avión-taxi que sale de Lisboa a las 22:00, llega a Bissau a las 01:30 y vuelve a salir para Lisboa a las 02:00 sin que ni siquiera la tripulación salga del avión. Una vez que llegamos a Lisboa tenemos que esperar hasta el mediodía para volar a Sevilla donde llegamos por la tarde sin haber dormido nada en más de 30 horas. Y todo esto suponiendo que el avión vaya en hora, cosa poca habitual. Vamos, un palizón.

Lo primero que hago cuando piso el aeropuerto de Lisboa, es decir, suelo civilizado, es comerme un Big Mac. Hace tiempo le oí decir a alguien que donde no hay McDonald´s no hay civilización. Lo cual, es cierto, si entendemos por civilización modernidad, progreso científico y tecnológico y bienestar social.



Efectivamente, no puede haber McDonald´s en un país como Guinea Bissau. Y no porque sus habitantes no puedan pagar una hamburguesa o porque no les guste la carne sino porque McDonald´s es una empresa cuyos estándares de calidad no le permiten abrir en un país en el que no hay luz, ni agua, ni saneamiento ni se puede garantizar la higiene ni el suministro de materias primas.

A veces no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que nos falta. Cuando vivía en Madrid nunca pensé que ir a un McDonald´s me provocaría algún día tanta emoción. Tomarme el Big Mac en el aeropuerto de Lisboa es ya para mi una especie de ritual. Llego, me pongo en la fila, pido mi menú y en menos de 5 minutos  y por menos de 5 euros tengo un menú más equilibrado de lo que la mayoría de gente piensa. Cada vez más nutricionistas defienden los beneficios de este tipo de comida. ¿Saben que tiene más calorías un capuchino con nata que un Big Mac? Pues no se cuestiona a nadie que se tome un capuchino todas las mañanas.

Hace tiempo se realizó un experimento con un hombre que pasó un mes alimentándose únicamente de hamburguesas de McDonald´s. Al final, acabó teniendo problemas gástricos severos, se deprimió profundamente y perdió el apetito sexual. Pero,  ¿se imaginan lo que hubiera pasado si durante ese tiempo el hombre se hubiera alimentado sólo de acelgas....? Pues eso.


Hace unos días leía un artículo sobre la pérdida de las tradiciones en algunos países. El autor lo llama Mc Donalización haciendo un juego de palabras con globalización. Según él, es una pena que las mujeres indias cambien el sari por los vaqueros y que los niños camboyanos beban coca-cola en vez de zumo de coco. Claro, él y muchos como él en contra de la McDonalización prefieren que las mujeres indias vistan el sari porque así salen más bonitas y más auténticas las fotos en su visita a la India. Pero ¿alguien le ha preguntado a esas mujeres lo que les gusta? ¿es que acaso ellas no tienen los mismos derechos que nosotros a vestir vaqueros, comer Big Mac y beber Coca-cola?

Mujeres guineanas con traje tradicional
Veo cada día como las jóvenes de Bissau se visten con vaqueros, camisetas de lycra y tacones imitando a las occidentales y dejando para sus abuelas el traje tradicional africano. Es lo que ven en la tele y su forma de intentar parecerse a nosotras.

No es momento, tras varias horas de viaje, de dar mi opinión sobre el fenómeno globalizador o McDonalizador. Eso me llevaría más tiempo y ahora estoy deseando hincarle el diente a mi Big Mac...





BMB

sábado, 16 de octubre de 2010

Arroz de Pato

Ayer organizamos cena en casa y Itler, el cocinero, nos preparó arroz de pato. Por primera vez hice de alumna ya que no conocía este plato y fue él quien me enseñó a cocinarlo. 

Parece que el origen del arroz de pato es portugués y por lo que he leído no tiene nada que ver con el arroz con pato peruano. Este conocido plato de la gastronomía inca tiene su inicio en las paellas que llegaron con las mujeres españolas a aquellas tierras. Cuenta una vieja leyenda que las mujeres enamoradas utilizaban el arroz con pato como una sublime estrategia para atrapar a sus pretendientes. El secreto era esconder el corazón del ave en el arroz y una vez que el muchacho degustaba el manjar quedaba automáticamente prendado de la doncella.

En mi casa nunca, que yo recuerde, se ha comido pato. De pequeña a mi el pato me sonaba a  plato sofisticado y caro. Así, cuando empecé a ir a restaurantes me pedía siempre "Magret de pato". "Ya está la tonta del pato" me decía una amiga.
Actualmente el pato está de moda. Sobre todo desde que han proliferado las granjas de patos para la elaboración del foie. Esa delicia, que se consigue alimentando a la fuerza a los patos hasta que su hígado aumenta su tamaño 20 veces, y que degustan en los restaurantes más in de Barcelona los mismos señores que luego prohiben los toros.


Cuando estuve en China me llevaron a probar el auténtico pato pequinés o pato laqueado cuya preparación es casi un arte. Me pareció un manjar exquisito y desde entonces el pato está en la lista de mis carnes favoritas. Os recomiendo que no os lo perdáis en vuestro viaje a Beijing.





La carne del pato es oscura y bastante dura por lo que hay que hacerlo con tiempo pero merece la pena ya que tiene un sabor y un aroma deliciosos.

Las primeras veces que cociné pato en Bissau lo compré vivo pero una mañana Pablo se llevó un susto monumental con uno que dejé en la cocina. Estaba atado por las patas pero cuando fue a ponerse el café el pato empezó a avanzar por la encimera picoteando y desde entonces... compro el pato congelado...

El arroz de pato es un plato demasiado contundente para una cena. En principio estaba previsto un almuerzo pero algunos de nuestros invitados no podían al mediodía y lo pasamos a la noche. Para compensar lo que hice fue preparar de primero una crema de zanahoria fría muy ligera.

El grupo era de los más diverso: el responsable de Unicef en Bissau, que es inglés, con su mujer angoleña. Nuestro vecino español que trabaja en la Comisión Europea y el canciller y agregado de interior de la embajada.  Acompañamos el arroz con un Protos crianza y por las botellas que cayeron debió de gustarle a todos....


INGREDIENTES

  • Un pato cortado en cuartos
  • Menudillos del pato (opcional)
  • Bacon en una pieza (unos 250 grs)
  • Tres chorizos 
  • Arroz (una tacita por comensal y una para la sartén)
  • Cebollas
  • Zanahorias
  • Pimiento verde
  • Ajo
  • Laurel
  • Aceite de oliva
  • Sal
PREPARACIÓN
  • Cocer el pato en una cacerola con agua, aceite de oliva, 2 cebollas cortadas pequeñitas, dos hojas de laurel y sal. Nosotros lo tuvimos cociendo aproximadamente una hora. Dependerá del pato. Una vez cocido, escurrirlo y quitarle la piel. Deshuesar y desmigar con los dedos. Reservar el caldo.
  • En una sartén hacer un sofrito con cebolla, ajo, zanahorias y pimiento verde cortado todo muy pequeño. Cuando esté frito añadir  el bacon cortado en taquitos y el chorizo cortado pequeño. (Reservar una loncha de bacon gorda  y un chorizo). Añadir los menudillos (hígados, mollejas etc...) cortados pequeños y sofreir todo bien. Esto último es opcional aunque según mi cocinero es el secreto para darle todo el sabor.
  • En el caldo de cocer el pato, cocer el arroz con unas rodajas de zanahorias. Dejar el arroz un poco duro porque acabara de hacerse en el horno. Escurrir el arroz y reservar el caldo.
  • Mezclar bien el arroz con el sofrito.
  • En una fuente de horno poner una primera de capa con la mitad del arroz. Luego una capa con la carne de pato y otra capa con el resto del arroz.
  • Por encima poner trozos de bacon y rodajas de chorizo y meter al horno unos 15 ó 20 minutos  hasta que se termine de hacer el arroz y quede doradito por encima.
  • Se puede tomar sólo o echarle un poco del caldo de cocer el pato.
                                        


P.S.: Cada cual puede utilizar el chorizo que más le guste. Por ejemplo, el de su pueblo que seguro que es el mejor del mundo. Yo le puse el que nos trajo Alejo de su pueblo, Trives,  que está de muerte.

BMB



jueves, 14 de octubre de 2010

El Día de la Hispanidad en Bissau

Leo hoy en la prensa digital la polémica suscitada en España por la celebración del Día de la Hispanidad. Todos los periódicos dedican uno o varios artículos al tema. Se habla de la gran pitada a Zapatero, de la ausencia de la bandera de Venezuela por encontrarse su abanderado indispuesto, de la mala cara del Rey, del rifi-rafe entre Esperanza Aguirre y la esposa del simpar Revilla, el de las anchoas, de la presencia de Montilla y de la bronca entre Zapatero y Gallardón. Hasta en la prensa rosa leo chascarrillos varios como el desafortunado pantalón de franela de Doña Leticia, el abriguito Chanel de Doña Elena o la presencia del novio de Trinidad Jiménez.

Ajenos a toda esta polémica ayer celebramos en la Embajada de España en Bissau la fiesta nacional o como dice aquí todo el mundo "el día de España".
Cuando vives fuera de España, no te averguenzas de ser español, y si además representas a tu país, como es nuestro caso, la celebración de esta fiesta tiene un significado más simple, como cuando ganamos el mundial y salimos a celebrar todos juntos el triunfo bajo una misma bandera.




Para el que no lo conozca, trataré de explicar como funciona esto de la fiesta nacional fuera de España. El 14 de julio los franceses conmemoran la toma de la Bastilla,  el 1 de octubre se celebra la fundación de la República popular de China, el 4 de abril Senegal festeja su independencia, el 10 de junio es el día de Portugal, de Camoens y de las comunidades portuguesas... y el 12 de octubre España celebra el aniversario del descubrimiento de América.
La fiesta se suele celebrar en la propia Embajada o en algún hotel y en la invitación pone la hora de comienzo y la hora de final (de siete a nueve), cosa que se suele respetar escrupulosamente. En la entrada se coloca el Embajador y el resto de los diplomáticos para recibir a los invitados. Luego se escuchan los himnos, a veces se dan discursos y finalmente se pasa al cóctel.

Nuestra fiesta de ayer se celebró en la residencia del Embajador pero el catering fue servido por el hotel Palace. Se invitó a toda la colonia de españoles que en Bissau son unos 70 entre diplomáticos, cooperantes, empresarios y funcionarios de diversos organismos.

También asistió al completo el cuerpo diplomático acreditado en Bissau, el Ministro de Asuntos Exteriores en representación del gobierno guineano, la Ministra del Interior y varios Secretarios de Estado. Asimismo estaban algunos representantes de organismos internacionales como el PNUD o Unicef y de varias ONGS y el obispo de Bissau.

Los señores vestían traje formal, uniforme o traje tradicional, excepto algunos "oenegeros" y en las señoras había más variedad. La mayoría se puso sus mejores galas, otras iban más discretas y algunas, las africanas, llevaban los vestidos tradicionales de sus países.

El fotógrafo oficial, que es oficial por ser el único que hay en Bissau, tomó testimonio gráfico del evento.

La nuestra de ayer fue una fiesta al uso aunque en algunos detalles traslucía el carácter español: la gente estaba relajada y charlaba animada, se acabó toda la comida y casi toda la bebida y no se respetó la hora de cierre prevista para las nueve. Los últimos invitados se marchaban a regañadientes a las once y media y salían diciendo:  ¿donde nos tomamos la próxima?

BMB










lunes, 11 de octubre de 2010

JOAO VIEIRA, POILAO Y LAS TORTUGAS




Este fin de semana lo hemos pasado en Joao Vieira, una de las 89 islas que componen el archipiélago de las Bijagós. Estas islas tan poco conocidas son un auténtico paraíso y en mi opinión razón suficiente para visitar Guinea Bissau. Hay unas 18 islas principales y docenas de islas más pequeñas. Sólo 20 están habitadas y las demás tienen algunas "tabankas" (poblaciones de nativos). El transporte y la comunicación con las islas es difícil y gracias a ello sobreviven aún culturas y tradiciones ancestrales. En todo el archipiélago está muy vivo el mundo de la magia, la brujería y el conjuro. Además es un destino muy visitado por antropólogos ya que es uno de los pocos lugares en el mundo donde aun quedan vestigios de sociedades matriarcales.

La salida estaba programada para el viernes a las 13:00 h pero como llovía y la mar estaba revuelta, aun estamos en época de lluvias, se retrasó  hasta las 16:00 h. Una vez en camino, y aunque el barco iba despacio por tener poca potencia, todo parecía ir sobre ruedas: brillaba el sol y teníamos por delante dos horas y media de agradable travesía. Si hay algo que he aprendido en el año que llevo en Bissau es que aquí no se pueden hacer planes. En cualquier momento puede ocurrir un imprevisto y lo que es peor, la situación siempre es susceptible de empeorar. A los diez minutos de salir de Bissau se rompió uno de los dos motores del barco. Bueno, no pasa nada, tenemos otro y es de día. Lo peligroso en África es la noche.
Al ir con un sólo motor y de poca potencia, aquello era como uno de esos barcos de los que recorren el Sena con jubilados y enamorados. Vamos, que íbamos pisando huevos y después de tres horas de viaje se decidió por unanimidad pasar la noche en la isla de Rubane ya que a Joao Vieira era imposible llegar en aquellas condiciones.
La solución era buena. Ponta Anchaca, el hotel de Rubane, es el mejor de las islas. Pasaríamos la noche allí y al día siguiente, con el motor reparado, saldríamos para Joao Vieira. 
Al mediodía del sábado por fin llegamos a nuestro destino. Tantas horas de barco habían merecido la pena. Playas interminables, arena fina, cocoteros, sol radiante....


Por la tarde,  algunos volvimos a embarcarnos para ir a la isla de Poilao a ver las tortugas marinas que era el objetivo principal de aquel viaje. 

Poilao es uno de los lugares más importantes de desove de las tortugas verdes marinas de todo el atlántico. Durante la época de lluvias llegan cientos de tortugas a poner sus huevos en la playa. Llegan con la marea alta, cruzan la playa y desovan en las dunas. Escarban un hoyo y ponen entre 50 y 100 huevos. La incubación dura entre 40 y 70 días y durante este tiempo los huevos se enfrentan a peligros como perros, pájaros, cangrejos,  mareas altas, traficantes de huevos o excursionistas clavando tiendas de campaña.




Las tortuguitas salen de los huevos durante la noche. Siempre esperan a sus hermanas y van todas juntas hacia el mar. Cuando bajamos del barco, enseguida vimos cientos de pequeñas tortugas que corrían entre nuestros pies intentando alcanzar el agua. Me impresionó como nada más salir del cascarón, corrían todas como descosidas en dirección al agua intentando salvar a los cangrejos (enormes) y a otros depredadores. Algunas andaban un poco desorientadas por las luces de nuestras linternas pero casi todas llegaban.

Más tarde pudimos ver el desove de las tortugas grandes en directo. Me emocionó ver el esfuerzo que hacían para poner los huevos en la oscuridad. Uno de los vigilantes me dijo que lloran de dolor.                                 

La tortuga marina es el único animal que regresa a poner sus huevos en la misma playa donde nació. Migran y después regresan a su playa para anidar. Hay estudios que dicen que pueden detectar los campos magnéticos de la tierra para determinar la longitud y latitud y así poder navegar y situarse.

Esta habilidad de las tortugas claramente no la tenía el patrón de nuestro barco. 
Al poco de salir, el barco parecía que iba haciendo círculos y el patrón nos confesó que llevaba un rato sin seguir un rumbo concreto ya que el GPS estaba averiado. Así, nos encontramos de repente en la siguiente situación: estábamos en un viejo cascarón sin GPS en medio de la noche en algún lugar del atlántico y con varias tormentas acercándose. El patrón apagó los motores para ver que hacíamos. Yo me mantenía en la proa con mi chubasquero en plan capitán Pescanova intentando distinguir algo entre tanta oscuridad. Tras diez minutos de angustia que me parecieron diez horas cayó un rayo en frente de nosotros, prendió el "mato" y una de las chicas portuguesas gritó: uma ilha!, uma ilha! Allí estaba, a nuestra izquierda la isla de Meio. La referencia que necesitábamos. Al fin llegamos a Joao Vieira a medianoche muertos de cansancio y con el susto en el cuerpo pero sanos y salvos.
El domingo amaneció soleado y espléndido y pudimos disfrutar de aquellas maravillosas playas que nos hicieron olvidar las "aventuras" del día anterior.







BMB






viernes, 8 de octubre de 2010

Chinos en Bissau

El lunes organizamos una cena en la Embajada de España para despedir al Embajador Chino, el Sr. Yan Banghua, y su mujer, que dejan Bissau después de cuatro años. Durante la cena el Sr. Yan me explicó en español que él y su mujer habían estado destinados unos años en Madrid y que son unos enamorados de España, de la paella y de la sangría. Después, en los cafés, la simpática y risueña señora Yan me decía que aunque es verdad que adoran la comida española, ellos viajan siempre con su cocinero chino que cocina cada día en la embajada platos chinos para todo el personal. ¿Comida china en Bissau? Claro, me decía, porque nos traemos todo de fuera. Me contó, que una vez al año traen de China un contenedor de los grandes  lleno de latas, noodles, arroz, salsas, zumos, galletas, pan...y otro contenedor de Las Palmas con la carne para un año que luego almacenan en grandes cámaras frigoríficas. El pescado, se lo proporcionan sus propios pesqueros que faenan en aguas bissau guineanas. En cuanto a las frutas y verduras, tienen un huerto dentro de la embajada. Tambien tienen un médico-farmacéutico de medicina tradicional china.  Así, me dijo, no necesitamos salir de la embajada para nada.
En Bissau hay muchos chinos, pero.... ¿donde se meten?

El modelo de cooperación que China ofrece a África es diferente al occidental. China no se entromete en la soberanía de los estados ni interviene en sus asuntos internos. Los derechos humanos y la democracia son asuntos "occidentales" y en Beijing nadie se pregunta sobre el buen gobierno de los estados africanos. ¿Será porque ellos tampoco respetan los derechos humanos?.
La relación entre China y África es de beneficio mutuo. Vamos, dicho en  román paladino, los chinos construyen un hospital, llave en mano, y a cambio se llevan la pesca. Yo te doy, tu me das. Así de sencillo, así de eficaz.

El interés de China por África viene dado por un lado por la necesidad de abastecerse de materias primas para su desarrollo industrial y por otro por la búsqueda de un mercado donde colocar sus productos.
China produce mercancías que África puede comprar ya que son cosas necesarias y muy baratas. Bolígrafos, cuadernos, zapatos, linternas, cortaúñas, cacerolas, camisetas, bolsos, radios, herramientas, juguetes....son productos que cuestan menos de un euro. Ante esto ninguna empresa europea puede competir.

Venta de productos chinos en el mercado de Bandim. Bissau

Guinea Bissau y China han firmado acuerdos de cooperación económica, pesquera y cultural.
China ha construido en Bissau un estadio, un hospital, la sede de la asamblea nacional, una estación de arroz, equipos de generación de energía.... Todos los años un grupo de estudiantes bissau guineanos reciben una beca para ir a estudiar a China. A cambio, China pesca en las aguas de Guinea Bissau.


Edificio de la Asamblea Nacional Popular. Bissau

Sin embargo, esta relación de aparente beneficio mutuo a medio plazo puede tener consecuencias negativas para las economías africanas ya que no permite el desarrollo de la industria local que no puede competir con los precios chinos. Además, las empresas chinas se llevan sus propios trabajadores a África. Estos obreros viven aislados en campamentos a las afueras de las ciudades. Los chinos no contratan mano de obra africana porque dicen que no está cualificada. A todo esto se suma el problema del idioma.

Actualmente China está construyendo en Bissau un enorme edificio que albergará todos los ministerios. Por la rapidez con que avanzan las obras y las dimensiones del proyecto, debe de haber cientos de chinos trabajando en él pero trabajan, comen y duermen dentro del recinto vallado de las obras y no salen ni se relacionan con nadie.

De momento el modelo chino hace furor en África. Veremos si con el tiempo la presencia de China en África permite su desarrollo y favorece a las poblaciones africanas y no sólo las desprovee de su pescado y su petróleo.


BMB








martes, 5 de octubre de 2010

Frango à Cafriela

La cocina bissau guineana es el resultado del mestizaje entre los platos de las tribus autóctonas y la aportación de los portugueses. Se caracteriza por los sabores intensos y picantes siendo el limón y la "malagueta" (cualquier pimiento picante) condimentos indispensables así como el aceite de palma.
El hecho de utilizar tanto condimento y de cocinar demasiado la comida no es sino un recurso para enmascarar el sabor del pescado o la carne pasados ya que la mayoría de los guineanos no tienen frigorífico ni forma de conservar los alimentos.

El arroz es la base principal de la alimentación. Lo preparan cocido y lo sirven formando una torre y por encima le ponen un caldo hecho generalmente con pescado, marisco, gallina o carne. Al arroz así cocinado lo llaman "bianda" y al guiso que se añade por encima  "mafe". Luego se acompaña con un molho (salsa) picante hecho a base de malagueta y limas.

A pesar de que en Guinea Bissau desembocan varios ríos y todo el país es una vega, la producción de arroz es insuficiente debido a la falta de conocimientos técnicos, herramientas y semillas. La mayoría de los pequeños agricultores no produce bastante arroz para alimentar a sus familias y recurren a los ingresos que obtienen de los anacardos para comprar arroz importado.

Aunque me gustan los platos de toda la vida, siempre me ha  encantado probar y cocinar platos nuevos de los países que he visitado. Buscar sabores diferentes, exóticos, raros y cuanto más especiados y picantes mejor. Sin embargo, tengo que reconocer que la cocina guineana me ha decepcionado. En mi opinión, todo ese romanticismo que rodea a la gastronomía africana y que nos venden en documentales y libros de viajes, es falso y de hecho lo poco de bueno que tiene Bissau hablando de cocina es por la influencia portuguesa. 

Al principio, le dí vía libre a Itler, el cocinero, para preparar platos de aquí. Nuestros estómagos no lo soportaron y a la semana tuve que volver a las lentejas y el filete empanado. A pesar de que Itler venía con un curriculum impecable como cocinero en casas de españoles, la primera en la frente: ¡le pido hacer un gazpacho y le pone leche en polvo! A partir de aquel momento empezó, como el dice, "la formación", y tras muchas horas en la cocina y muchos gazpachos a la basura Itler ya se maneja con la thermomix como pez en el agua y borda algunos platos tradicionales españoles como la tortilla de patata, el gazpacho, el pisto, las papas con chocos, las papas aliñás, las lentejas.... todos ellos sin duda serán tema para futuros posts. 

Al igual que nuestro paladar y nuestro estómago están acostumbrados a las lentejas de nuestras madres, los suyos lo están al "mafe" de las suyas y por mucho que les insisto a Itler, Malán y Pauleta para que coman lo mismo que nosotros, no les gusta y prefieren tomar todos los días su arroz con mafe.

Entre los platos guineanos que más me gustan está la Galinha à Cafriela. Como la "galinha da terra" está más dura que un risco, en casa preparamos este plato con frango (pollo) congelado.

La semana pasada vino Joana, mi profesora de portugués, y dimos una clase doble de portugués y cocina. Itler nos enseñó a preparar un pollo a la cafriela. De postre, Joana preparó una crema de maracuyá que estaba de muerte y que bien merece un post aparte.

Vamos pues con el pollo a la Cafriela:

INGREDIENTES:
  • 1 pollo grande (gallina en la receta original)
  • Cebollas
  • Ajos
  • Limas (también sirven limones)
  • Guindillas
  • Aceite de oliva
  • Sal
PREPARACIÓN
  • Limpiar y cortar el pollo en ocho trozos.
  • En un mortero preparar un tempero (aliño) con 2 cebollas picaditas, tres ajos, guindilla (al gusto según las ganas de picante que se tengan), sal y el zumo de tres limas.
  • Untar con las manos el pollo con este aliño y dejar marinar al menos una hora en una cazuela.
Itler preparando el "tempero" del pollo
  • Añadir medio vasito de aceite de oliva a la cazuela donde hemos marinado el pollo y ponerlo al fuego. Ir añadiendo poco a poco agua, según se vaya necesitando, hasta que el pollo esté bien cocido y la salsa haya espesado.
  • Retirar del fuego, sacar los trozos del pollo y asar en una plancha (nosotros lo hicimos en la Princess) hasta que quede bien tostadito.


                                        
  • En una sartén grande sofreir tres cebollas cortadas en tiras o aros y cuando empiecen a estar transparentes añadir la salsa de cocer el pollo que teníamos reservada. Añadir los trozos de pollo y dejar cocer unos minutos.
  • Servir con arroz blanco cocido. A mi me gusta ponerlo con arroz tipo basmati. También se puede acompañar de patatas fritas.
Frango à Cafriela
Recomiendo tomarlo con un vino blanco bien frío, nosotros lo tomamos con Gran ViñaSol, sobre todo si se nos ha ido la mano con la guindilla...





BMB