jueves, 5 de julio de 2012

Del fin de este blog

Julio de 2012. Sentada en el salón sobre una de las cajas de la mudanza recuerdo la primera noche que dormimos en esta casa. Tras varios meses de albañiles y disgustos, por fin teníamos luz y agua. 
Como aquella noche, llueve a mares. Sentados, como hoy, en las cajas de la mudanza, aquel bocadillo de mejillones nos supo a gloria.
Desde entonces ha llovido mucho, nunca mejor dicho! Estos tres años en Guinea Bissau han sido, por decirlo suavemente, intensos.
Dicen muchos que "África engancha". A mí, no. Aunque sí puedo decir que los últimos tres años no los olvidaré nunca. 

La próxima semana tomaremos el avión de la TAP por última vez. Y después de unos días en España volaremos al que será nuestro destino los próximos cuatro años. Una ciudad peligrosa que me obliga a cerrar este blog. 
Los que han sido mis lectores pronto tendrán noticias mías desde el otro lado del Atlántico.

Hasta pronto,


BMB












domingo, 27 de mayo de 2012

Andalusian typical cold soup

Paseo dominical por la calle Adriano de Sevilla. Dos americanos tratan de descifrar la enorme carta de un restaurante típico taurino, colocada a pie de acera. Me preguntan de que está hecha la "Andalusian typical cold soup". Se toman, les explico en inglés, un kg de tomates maduros, un pimiento verde, una cebolla, un pepino, un ajo, un mendrugo de pan duro, un vaso de aceite de oliva virgen y sal y vinagre al gusto. Luego, se añade agua, se bate todo muy bien y se deja unas horas en el frigorífico. Importante: hay que servirlo muy frío y se puede acompañar de pan frito, huevo duro o trocitos de las mismas verduras. Mientras, los americanos escriben la receta en una libretilla. Al final, se deciden a entrar. La "sopa  fría típica andaluza" , me dicen, les parece sana y refrescante.
Y es que eso es el gazpacho andaluz: una comida sana y refrescante además de una delicia. ¡Una absoluta genialidad de la gastronomía española!


El gazpacho no tiene receta fija. Los hay que no le ponen pimiento, o pepino. Otros no le ponen pan o lo sustituyen por manzana o zanahoria. Algunos, incluso,  no le ponen ajo. Lo único fijo en un gazpacho es el tomate, el vinagre, la sal y por supuesto el aceite de oliva virgen.

No hay casa en Andalucía que no tenga en su nevera una jarra fría de gazpacho en los meses de verano. En Sevilla, la mayoría de los bares lo tienen cuando empieza a apretar el calor. A mi, me gusta el de Donald, en la calle Canalejas. Lo ponen en la barra, en una jarra dentro de un recipiente con mucho hielo y es difícil resistirse.

En Bissau, lo preparo todo el año. Lo consumimos casi a litro diario. Cada mañana cuando pongo las verduras en remojo con unas gotas de lejía, Pauleta, me mira divertida y me dice: "A sopa da senhora"

BMB

sábado, 12 de mayo de 2012

Unos días en Baviera

La semana pasada aprovechando que íbamos de boda a Lindau pasamos un par de días en Munich. La ciudad me enamoró a primera vista. Tiene un tamaño ideal para recorrerla paseando y si te cansas, te puedes sentar en una de sus muchas y bulliciosas terrazas a beberte una enorme cerveza mientras ves pasar a la gente.


La primera noche mi hermano, que por casualidad también andaba por allí, nos llevó a cenar a uno de esos sitios típicos que no recuerdo como se llaman (algo así como "cervezódromos" en alemán) donde una hermosa bávara te sirve cerveza con salchichas y patatas. El local era enorme, con mesas corridas de madera y gente cantando. Lo que más me gustó fue la otra bávara que pasaba entre las mesas con una cesta llena de bretzel. ¡Como me gustan los bretzel! 

Como estuvimos poco tiempo, lo dedicamos a recorrer la ciudad a pie, que es lo que nos gusta. Me encantó el mercado que hay al lado de Marienplatz. Había puestos de comida de todo tipo y con una pinta estupenda: quesos, espárragos (típicos de allí), salchichas, bollos, panes... Por cierto, que en un puesto de delicatessem encontré el chorizo picante de la Señora Julia que nos suele traer nuestro amigo Luis cuando viene a Bissau y que está buenísimo.






Una de las cosas que más disfruto cuando viajo por Europa es el pan, la bollería y las tartas. Es entonces cuando me doy cuenta de lo mal que se hacen en España estas cosas. Siempre que me tomo uno de esos deliciosos croasanes de mantequilla me acuerdo de los que te ponen a veces en Madrid con masa tipo pan y una especie de mejunje brillante y pegajoso por encima. Nada que ver...

De Munich a Lindau fuimos en tren. El viaje resultó muy cómodo ya que tanto el hotel de Munich como el de Lindau estaban justo enfrente de la estación. La parte antigua de la ciudad de Lindau se encuentra en una isla en el Lago Constanza. Es una maravilla. Como un pueblecito de cuento con el lago y los Alpes nevados al fondo.
La víspera de la boda los novios ofrecieron una cena tipo bávara donde otra vez me puse hasta arriba de bretzel y salchichas... Después de la cena intentamos tomarnos unas copas pero a las dos nos echaron del "Nana", el último bar que quedaba abierto en todo el pueblo y en el que ya solo estábamos los españoles de la boda.

La ceremonia religiosa se celebró en una iglesia católica en la plaza del pueblo. Al ser el novio español y la novia alemana, la misa fue a ratos en español y a ratos en alemán. Al terminar tomamos un barco para ir al sitio de la celebración. Fue lo que más me gustó: salió el sol, hacía un tiempo estupendo y fuimos en la cubierta tomado champagne y una especie de bretzel gigante relleno de salami y queso que estaba buenísimo.

La boda fue muy bonita pero lo mejor fue que nos reunimos allí todos los amigos, cosa nada fácil cuando cada uno vive en una parte distinta del mundo: desde Afganistan a Guinea Ecuatorial pasando por Bruselas, Madrid o Bissau.

Volvimos por Zurich donde hicimos noche en el hotel Radisson Blue en el aeropuerto. Como yo andaba con un catarro importante no salimos. Cenamos en el mismo hotel. El restaurante, italiano, no estaba mal. Pero lo que me dejó impactadísima fue la vinoteca: una torre gigante de cristal y dentro unas señoritas colgadas de arneses que subían a por tu botella de vino haciendo acrobacias al estilo "Cirque du soleil". Luego te traían ellas mismas la botella a la mesa. Alucinante. De verdad.





BMB




viernes, 30 de marzo de 2012

Sofás indios

No sé porqué siempre me han gustado los indios, los indios de la misma India quiero decir. Y en Bissau me he reafirmado en esta idea. Todos los que he conocido aquí son listos, trabajadores, educadísimos y sobre todo, con mucha visión comercial: siempre intentan que vuelvas, y lo consiguen. 

Esta mañana se nos ha roto el calentador de agua y me he ido a por uno nuevo, y van cuatro en tres años, a la tienda del indio. Como siempre, me ha atendido muy bien, rapidísimo y en un perfecto inglés. Luego, después de tomarnos un té, nos hemos ido juntos a su almacén, en el Bissau Velho, porque quería enseñarme un pedido de sofás que le llegó ayer mismo de su país. 

El sitio me ha parecido alucinante: un local enorme lleno hasta los topes de sillones y sofás. Desde los más sencillos tapizados en terciopelo marrón hasta los más lujosos de cuero blanco repujado con elefantes de madera tallados en los respaldos y reposa brazos. ¡La leche! 

El más barato, un millón de francos (unos 1.500 euros) y de ahí para arriba. Según me ha dicho el indio, se los quitan de las manos porque da facilidades de pago. Y debe de ser verdad porque mientras estaba allí sentándome en los sillones han entrado varias parejas a preguntar.

Ya de vuelta, con el calentador en el maletero, me preguntaba: ¿cuanta gente puede permitirse este tipo de sofás en Bissau? ¿Cómo es que no están ya aquí esos españoles que tuvieron que cerrar sus fábricas en Toledo o en Yecla, vendiéndole sofás a los guineanos?

A ver si el ministro Margallo y su política de la Marca España les traen nuestros tresillos a esta gente. 

BMB

jueves, 29 de marzo de 2012

Mis grandes fracasos en la cocina: la levadura

Hace unos días me regalaron mis padres el libro de postres del programa de TVE de Mariló Montero. Ante la casi nula oferta de bollería en Bissau  ayer me decidí a estrenarlo con la receta de magdalenas de aceite de oliva. Además, así mataba dos pájaros de un tiro aprovechando algunos de los 500 moldes para magdalenas que me envió El Corte Inglés por error en el último pedido que hicimos en la embajada.

Aparentemente la receta es muy sencilla (todo el libro lo es) y la seguí "a rajatabla". Sin embargo las magdalenas, con una pinta buenísima, estaban incomibles. Otro fracaso en la cocina. Uno más... Esta mañana me he comido una, eso si, con ayuda de un litro de agua... Del resto han dado buena cuenta Camarón y Candela que al terminar, también han ido a beber agua...

A lo que iba. Las magdalenas me han llevado a la siguiente reflexión: desde el famoso roscón de reyes (que ya conté en un post anterior) hasta estas magdalenas, ¿que tienen en común mis grandes fracasos en la cocina?. No he tenido que pensar mucho:  ¡la levadura!
Siempre que intento hacer una receta que incluye levadura me sale mal: pan, pizza, bizcochos, bollos,  tartas, empanadas... no hay manera. Sigo meticulosamente las indicaciones tanto en las cantidades como en los tiempos y temperatura del horno pero el resultado es siempre el mismo: la levadura no hace su efecto, la masa no sube y se queda densa en vez de esponjosa. Algo estoy haciendo mal.




Tengo en mi cocina todo tipo de levaduras: Levital fresca de Mercadona, Vahiné de panadería, química en polvo Royal, Foster Clarks. No hay viaje desde España que en mi maleta no venga un paquetito de levadura. 

He tratado de buscar información sobre este asunto en internet en los típicos foros frikis, sin sacar nada en claro.





¿Debo renunciar a cocinar este tipo de recetas? ¿Me rindo ya o alguien me ayuda?

Espero vuestros comentarios.

BMB

P.S.: ¡Lo llevo claro con las arepas venezolanas...!

miércoles, 28 de marzo de 2012

A Venezuela


Cuando uno piensa en Venezuela lo primero que le viene a la cabeza es Chávez, el petroleo, Isla Margarita, los culebrones, la cirugía estética, las miss mundo, Ivonne Reyes, las arepas, el ron Cacique y  lo peligrosísima que es su capital, Caracas.

Caracas


La primera vez que los españoles pisaron el continente americano lo hicieron en Venezuela. En los viajes anteriores habían llegado a las islas de Santo Domingo y Puerto Rico pero no fue hasta su tercer viaje cuando Cristóbal Colón llegó a lo que hoy es Sudamérica.  Salieron de Sanlúcar de Barrameda el 30 de mayo y tras hacer escala en Madeira y Canarias, llegaban a la desembocadura del Orinoco el día 2 de agosto de 1498.

Palafitos o casas sobre el agua en la selva venezolana

“Pequeña Venecia” o Venezuela. Ese fue el nombre que los españoles le dieron a esas tierras al ver las casas de los indios construidas con estacas sobre el agua, que aun pueden encontrarse en el lago de Maracaibo.
Desde entonces la historia de este gran país caribeño ha estado ligada a la nuestra y hoy viven allí más de 150.000 españoles.

Hace tres años que llegamos a Bissau. Hemos tardado casi dos en instalarnos pero dentro de cuatro meses montaremos de nuevo nuestros enseres en un barco y volaremos a Caracas para quedarnos cuatro años.

BMB

jueves, 23 de febrero de 2012

Estudiantes valencianos: ¿por qué ahora?






No me fío de la prensa. No me fío de la televisión. Y mucho menos me fío de las redes sociales. En este asunto de los estudiantes valencianos, no me fío de nadie. 

Unos dicen que se manifiestan  por la calidad de la educación y contra los recortes. Que no había calefacción en el instituto, que los policías actuaron de forma violenta y brutal, que pisaban y abrían cabezas a los jóvenes inocentes que sólo quieren estudiar, que daban porrazos a todo el que pasaba por allí. Otros, que no hay tales recortes (bueno si, los sexenios de los profesores), que por supuesto que había calefacción, que entre los detenidos no había casi ningún estudiante de ese instituto, que atacaron física y verbalmente a la policía y que lo que sí que hay son once agentes heridos en el hospital.

Y luego están los políticos con sus declaraciones contradictorias, como las del Ministro del Interior,  o sus afirmaciones trasnochadas, como las de la Sra. Pajín que dice que con la extrema derecha vuelve la represión policial. (¡Pa lo que ha quedao usted señora Pajín...!).

No me fío. Pero saco mis conclusiones. ¿Por qué precisamente ahora? ¿Por qué en ese instituto?¿Por qué en Valencia? ¿Acaso no ha habido otros recortes? ¿Es que no hemos conocido casos gravísimos de corrupción? ¿No tenemos acaso cinco millones de parados?
Pero no. Es justo ahora. No lo sé y no me fío. Pero a mi esto me huele a agitprop.

BMB

jueves, 16 de febrero de 2012

Un cerdo en Chamberí

Esta tarde he visto un cerdo por la calle. Esto sería de lo más normal si estuviese en Bissau, donde los "porcos"campan a sus anchas por toda la ciudad. ¡Pero es que estoy en Madrid! Pues si. Hace un rato, una señora paseaba con un gorrino por la mismísima calle García de Paredes en pleno barrio de Chamberí. Era un bicharraco enorme y lo llevaba atado con una correa de cuero. Al llegar al cruce con Santa Engracia se han parado junto a mi y la mujer se ha puesto a hablarle al cochino como si de su propio hijo se tratase: que si que frío hace, que si cuando lleguemos a casa te pongo la cena... Él, parecía comprender y asentía contento "oink, oink". Debía tener yo una cara de pasmo considerable porque otro señor, vecino del barrio supongo y que ya debe conocer al animal, me ha dicho riendo: "si, si, es un cerdo."

Cerdo vietnamita
El marrano me ha traído a la memoria una historia que me contaba mi padre de niña: antiguamente se soltaba un gorrino pequeño por las calles de Villarrobledo. El animal se alimentaba de lo que le daban los vecinos cuando lo veían pasar. Lo llamaban el "gorrino de San Antón" y cuando llegaba el día de su patrono se rifaba, ya muy gordo, entre todos los del pueblo.

Me cuentan que lo último en mascotas es el cerdo vietnamita. Y que incluso el famoso George Clooney convivió con uno durante años. Pues mira, con esto de la crisis, a lo mejor no es mala idea: te hace compañía un tiempo y para San Antón, cuando esté ya bien gordo, se sacrifica y hala, chorizos y jamones "pa to el año"...

BMB